miércoles, 18 de febrero de 2015

Spiderwomen, mujeres en el mundo real

Nunca me he sentido una Superwoman, esa heroína de ficción que sin saber cómo a veces entra en nosotros por un ojo o un oído, nos vende su película y se apodera del sentido de la realidad de una mujer. No digáis que no, algo nos pesa lo que esperan de nosotras, lo que ellos piensan, la autoexigencia, ese afán por estar a la ¿altura? de un mundo diseñado y mantenido con denuedo con arreglo a otro patrón. Creo en las mujeres normales, que hacen lo extraordinario por poder, por poder y por seguir queriendo pese a todo; por no tener que renunciar a su trabajo fuera, a su momento en casa, a lo dulce por lo crudo, a la pasión por la sobria realidad, a todo por sus hijos, a sí mismas por completo. Creo en el sacrificio y el esfuerzo solo si hay sentido y esperanza, en lo que tú me dices si hay crítica, en esa forma en que te ríes cuando lloras, en lo que piensas si cambias de parecer y no siempre eres consecuente, en la continuidad con el horizonte de un cambio. Si no, qué? Creo en lo humano. Creo en la mujer humana, real, ¿cree ella en mí? Quizá no, con un a veces sería suficiente... Tengo, como todos, modelos, imitables o lejanos como una constelación que se pierde en la utopía. Pero puesta a elegir uno de ficción, o más bien de fantasía, me quedo con Spiderwoman. La mujer atrapada en el mundo real, en este en el que ellas, nosotras, tú, deben, debemos, debes, trabajar hasta 79 días más al año para cobrar lo mismo o recurrir a otros, generalmente otras mujeres (mamá, abuela, tía, tía abuela, consorte... y demás), para no morir en el intento de conciliar. De esa heroína que se pinta las ojeras... a veces, que sobrevive con café, terapias alternativas e ironía salvaje, pero no siempre está de humor y no lo oculta, habla Sonsoles Ónega en su novela "Nosotras que lo quisimos todo". Lo queremos todo, dice ella. Es un presente continuo agotador. Pero mejor que todo lo que deja atrás. Estamos vivas. Luego somos.

Dejo aquí la entrevista a Sonsoles que publicamos en YES, agradecida por su naturalidad, su sentido del humor y su dejarme entrar a saco en su experiencia como muje+madre+periodista+escritora que confía en un mundo mejor. Y pelea por él. Y a veces muere en el intento... para empezar otra vez