jueves, 8 de enero de 2015

La felicidad, según Yasmina Reza

Cito, en voz alta y para dentro, como una oración: «Felices los amados y los amantes y los que pueden prescindir del amor. / Felices los felices». Con el Evangelio apócrifo de Borges y Yasmina Reza cerré el 2014, un año que llovió sobre mí copiosamente libros breves e intensos, como este Felices los felices de la autora que nos llevó en unas páginas de la democracia de la alegría de lo necesario de Spinoza al pesimismo profundo de Schopenhauer. Me digo que es curioso que empiece el 2015 leyendo a Milena Busquets, pues fue ella, la hija de Esther Tusquets, vieja dama indigna, quien tradujo al español En el trineo de Shopenhauer, la obra que me invitó a no perder el rastro de Yasmina Reza. Con el año nuevo he pasado página, estoy en También esto pasará, la segunda novela de Milena, un cálido paisaje recuperado en el que los instintos se convierten en palabras en memoria de la madre perdida. La pérdida, una hormigueo acuciante en las manos, la sensación de que la vida cae como el agua entre los dedos, habita también con su atmósfera extraña, como de mercurio, Felices los felices, obra en la que Yasmina Reza, esa Sartre al destape del infierno interior, invita a la aceptación de la vida, imperfecta y provisional, pero insoportable sin amor. Por más que Yasmina Reza y nuestra voluntad pretendan lo contrario.

A continuación la reseña publicada en Fugas sobre el libro el pasado día 2 de enero


LA FELICIDAD ENTRE LÍNEAS


ANA ABELENDA | «Dos seres viven juntos y su imaginación se aleja de modo cada vez más definitivo», advierte Yasmina Reza en Felices los felices. Premio Le Monde, en este solo que va mudando en su función de nombre, voz, aspecto y circunstancias, la autora de Arte nos arroja a la tela de araña que forman las relaciones cotidianas de pareja, bien sujetas al silencio compartido y a las paredes de la rutina ante el abismo del tiempo que fluye, a veces con esfuerzo. ¿Y el yo? A la deriva en la corriente de los días. Pero Reza atrapa su desazón, el destello de un sueño, los peces viscosos de las sensaciones más molestas del hombre y la mujer de hoy. Mordaz e implacablemente realista, la autora hurga en las heridas del estado del bienestar y la soledad compartida; captura en instantáneas lo efímero, sombras de la conciencia, temores y deseos superfluos y lo que más interesados estamos en dejar correr: la frivolidad humana, la discusión por un queso en la cola del súper, la espera en un oncológico, palabras torpes que decimos o escribimos por despecho, la íntima necesidad de posesión de otras personas o la percepción de las propias debilidades. Yasmina Reza entra en casa para descolgar las fotos de familia y mostrar los agujeros que han dejado en la pared; caries de una sonrisa que quizá alguna vez fue completamente blanca. Pero qué importa. Sonrían. La felicidad sabe leer entre líneas.

(Entrevista a la autora en El País:
http://elpais.com/elpais/2014/07/18/eps/1405694412_102601.html)

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